Tetuán es el fruto de la presencia de numerosas culturas y de sus respectivas generaciones. En el patrimonio arquitectónico que hoy conserva, se puede rastrear la huella de sus habitantes pasados, de sus inquietudes, sus gustos, sus aspiraciones...

 

En este capítulo, reconstruimos los pilares de Tetuán a través del legado arquitectónico y cultural de sus moradores de origen hispano, desde la presencia de los emigrados andalusíes hasta la llegada colonial contemporánea. Por ello debemos comenzar ofreciendo también algunas pistas sobre el contexto de su papel capital durante el Protectorado español del norte de Marruecos.

 

Pero volviendo a la Ciudad blanca, quién mejor que un tetuaní de orígenes hispanos para hacernos de guía y llevarnos por sus calles, del Ensanche español a la medina. No obstante, afortunadamente la tarea es inmensa; así que, tomando como referencia la cronología que marca su exposición, dedicaremos este capítulo primero a esbozar el contexto geográfico e histórico de la ciudad, para adentrarnos después en el conjunto patrimonial del Ensanche de época colonial.

La maravillosa medina, de fuerte impronta andalusí, será objeto del siguiente capítulo (el Nº 3), en el que haremos “footing” por ella junto a Víctor, entrando por una de sus puertas, corriendo por sus pintorescas calles, y terminando el recorrido por otra de sus monumentales portadas. La velocidad no nos impedirá disfrutar del exotismo de sus callejuelas, puestos, tiendas, tenerías, de sus colores vivos y olores intensos.

 

Por último, en todo momento se hará evidente la presencia del rastro de las culturas musulmana, judía y cristiana, así como de su convivencia y tolerancia seculares. Tan relevante es este aspecto en la ciudad de Tetuán, y tanto ha repercutido en su conjunto patrimonial arquitectónico, que le dedicaremos también un capítulo monográfico (el Nº 4).

 

Oigamos pues sus palabras como el eco de la historia pasada y revivamos aquel tiempo en el que Tetuán era signo de diversidad, lugar multicultural como se dice en nuestros tiempos, en definitiva, una ciudad para vivir, una ciudad para todos…